Niebla cerebral frente a demencia

Todos olvidamos cosas. Incluso a los veinte años podemos perder las llaves u olvidar el nombre de alguien que acabamos de conocer. A medida que envejecemos, estos olvidos son más frecuentes. A finales de los cuarenta y principios de los cincuenta, la llegada de la menopausia puede provocar aún más confusión cerebral y fallos de memoria. Pero la gran pregunta es: ¿cuándo hay que preocuparse de que algo vaya mal? ¿Se trata sólo de la menopausia o pueden ser los primeros síntomas de la enfermedad de Alzheimer o la demencia?