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Un estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad Wake Forest revela que sólo 3½ años de control intensivo de la presión arterial pueden reducir significativamente el riesgo de deterioro cognitivo leve y demencia, incluso años después de interrumpir el tratamiento. Los resultados subrayan los beneficios cerebrales a largo plazo de un control agresivo de la presión arterial en adultos con hipertensión y alto riesgo cardiovascular. Publicado en Neurology, la revista médica de la Academia Americana de Neurología, el estudio pone de relieve cómo el control sostenido de la presión arterial ayuda a prevenir el deterioro cognitivo.
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