"Mis dos padres padecían demencia; no sé cómo nos las habríamos arreglado sin Marie Curie"

A papá le costaba cuidar de mamá; también estaba desarrollando demencia. Hacía todo lo que podía, pero era horrible para él. Al principio no me di cuenta, pero él también estaba desarrollando demencia. Le costaba administrar la medicación a mamá, se confundía cuando salíamos. Un día llegué y me encontré con que había llamado a la policía porque creía que yo le había agredido. Después de hablar largo y tendido con nosotros, se dieron cuenta de que no estaba bien. Unos meses después, empezó a desaparecer, primero durante horas, luego durante días. Lo llevaron a la unidad de evaluación de un hospital, donde permaneció casi nueve meses. Pensaron que podía haber sufrido un accidente isquémico transitorio.