SciTechDaily
Una nueva investigación ha descubierto que los países con mayores niveles de desigualdad -ya sea en términos económicos, de contaminación o de enfermedad- muestran signos de envejecimiento acelerado del cerebro. El ritmo de envejecimiento cerebral difiere mucho de una persona a otra, lo que crea una discrepancia entre la edad biológica del cerebro y la edad cronológica (los años reales que ha vivido una persona). Diversos factores, entre ellos influencias medioambientales como la contaminación y elementos sociales como las disparidades de ingresos o de salud, afectan especialmente a las personas mayores y a las que padecen demencia. Hasta ahora, no se sabía muy bien cómo estos factores en conjunto podían acelerar o ralentizar el proceso de envejecimiento del cerebro entre las distintas poblaciones a nivel mundial.
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